Amor y medias tintas

En el amor es mejor tomar el toro por las astas. No estar con medias tintas. Son tan horrorosas sus consecuencias, que es muy riesgoso especular con respecto al presente y futuro de una relación amorosa. Pero, ¿de qué hablamos cuando nos referimos al amor? Obviamente no entraré a ese debate. Tan solo consignaré como lo asumiré aquí: el amor es la INTENSA necesidad que tienen una persona de otra. Ojo, no es cualquier necesidad. Es una necesidad INTENSA. Ergo, no es la necesidad lo que caracteriza al amor sino el grado de la misma. Dicha necesidad es una necesidad de cercania, o por lo menos, de saber que el otro está cerca. Más que una cercanía física, es una cercanía emocional: tener la certeza que el otro ocupa parte importante de su tiempo en pensar en mí. Cuando se ama y tal cosa no curre se vive un infierno. Por lo tanto, no conviene amar si no tenemos la certeza que el otro también nos ama. Hacer castillos en el aire, desojar margaritas o vivir eternamente en la duda resulta insufrible. En estas cosas del amor no es bueno estar con medias tintas: si te gusta una chica o un chico sal de dudas o mejor olvídate.